Mañana del domingo 16 de febrero de 2014. Aldea de Murga, en la Tierra de Ayala, Euskalherria.
Un encuentro casual de quince minutos de tertulia junto a un viñedo de txacolí. Sin micrófonos ni audiencia. Me atiende el hoy agricultor y esposo consorte en algunos documentos de la vigésimo cuarta Señora de Murga. Y tiene más actividades y curriculum, que aquí y ahora no vienen a cuento.
Como ayalés y ansioso de cultura, este inesperado encuentro, me da el pistoletazo de salida de una carrera en la que me considero obligado a participar. Contar en otro "blog de Per Bat" algunas "historias" para el pueblo, de la Historia, Personajes, Aconteceres... de las dos "familias" que han hecho más historia en la Tierra de Ayala desde hace más de diez siglos. La bibliografía cita al infante Don Vela, hijo del rey de Aragón, como el iniciador de la "dinastía" del primer apellido. Un descendiente bastardo de ella en el s. XIII iniciaría el linaje de Murga.
Doctores, escritores, historiadores, guerreros y políticos, familiares y amigos... ya han escrito toneladas de letras y signos en piedra y metales, en pergaminos y tinta, en la imprenta que creó Gütenberg y hasta han colocado las "historias" de estas dos "casas" en el ciberespacio de internet. Mi humilde aportación se va a limitar a tomar "apuntes" de manera informal y escaparatearlos en este blog, al tiempo que me objetivo estudiar, indagar, hurgar en los dos apellidos que saliendo de la Tierra de Ayala, se universalizaron hace siglos. Si con ello consigo bajar al pueblo plebeyo, un poco de parte de la historia, cultura y poder que tuvo la Tierra de Ayala, me sentiré suficientemente afortunado y bien pagado.
La historia no siempre es como se escribe, porque generalmente la cuentan los vencedores, los bien pagados, los interesados. Y arriman el ascua a la sardina que van a comer. Yo soy ayalés, vasco y cristiano. Y no espero comer ninguna sardina a cuenta de este blog. Así que, permitidme lectores, que me "equivoque" y lo cuente a mi manera con mi máxima objetividad
Y a partir de hoy, cuando pase -como llevo haciéndolo durante 65 años con mucha frecuencia- rozando las piedras del Torreón de Quejana, o muchas menos veces a doscientos metros por la carretera de la Torre-Palacio de los Murga, preguntaré a sus piedras por nuevas "historias". Porque en ambos lugares, los vaticanos durante siglos de sus dinastías, ya no quedan condes ni señores, ya no está la 24ª Señora y hace muchas décadas que desaparecieron "la curia" y los sirvientes. En el mejor de los casos -y le muestro mis respetos y admiración-, el "señor consorte", probablemente ya jubilado de su profesión médica por su edad, hoy poda a mano y sólo las parras de Chacolí Chicubín de los Viñedos Torre de Murga.
Para todos los que lleven los apellidos Ayala y Murga, en primer lugar. Para sus familiares consortes y amigos. Para todos los ayaleses. Y para todos los que les guste estas "cosas" van estos apuntes informales. Ah... y agradeceré los comentarios, correcciones o críticas que hagan más amplia y completa esta "obra".
Per Bat